¿Te gusta leer?

Hasta la noche

Un ligero aroma a café me ayuda a rasgar el velo que me mantenía atrapada en los dominios de Morfeo, poco a poco empiezo a sentir como mi cuerpo toma conciencia de sí mismo mientras recorro el lugar donde no hace muchas horas se encontraba tu cuerpo, en ese instante el recuerdo de mi mano deslizándose por tu piel, al igual que lo hace ahora por las sábanas, despierta de nuevo mí ese instinto animal que provoca que me muerda los labios por un instante, aflorando el recuerdo de tus manos perdiéndose entre mis muslos, volviendo a sentir en mi espalda un escalofrío, una cálida sensación, y como un adicto revive el momento en el que la droga penetra en su cuerpo y recorre cada una de sus células,  yo sufro esa ansiedad irrefrenable de sentirte dentro de mí. Sin darme cuenta me descubro acariciando mis labios con los dedos, intentando simular el contacto con tu piel.

De repente la cafetera comienza a silbar, lo que hace que vuelva a salir de ese ensueño, aunque el recuerdo vuelve a perturbar mi cuerpo. Me levanto de la cama buscando el aroma del café, o eso es lo que quiero pensar.
Me acerco al marco de la puerta de la cocina, y junto con el aroma del café se mezcla el de tu cuerpo, aun impreso en mi camiseta, que añadida a la visión que tengo de nosotros en la cocina hace que mi mente comience a divagar. Yo cogiendo unas tazas para servir el café de uno de los estantes superiores, dejando ver mi cuerpo desnudo hasta el límite de lo que camiseta negra puede cubrir.
Mi mano alzada, haciendo que la tela cubra lo justo para que te des cuenta de que no llevo ropa interior. Aun estando de espaldas a ti, noto como te cambia la respiración, como esa imagen despierta tu instinto animal y se va a apoderando de ti.

Cual felino acechando a su presa, te acercas a mí por detrás, y mientras aun sigo de puntillas intentando alcanzar la segunda taza, te agachas detrás mío, esperando a acompañar mi movimiento descendente con tus
manos en mi culo, para acoplarlos de manera perfecta sobre tu boca, y buscando con tu lengua mis labios, y poder saciar con ello tu deseo.

Dejo escapar un ligero suspiro al notar como tus manos se posan en mí, y tu
boca en mi entrepierna.
Siento como tu lengua va penetrando en mi cuerpo, mientras que tus manos separan un poco más mis glúteos, permitiendo perderte en mi interior con mayor facilidad, pero no es suficiente, quieres sentirme mucho más intensamente, por lo que subes tus manos hasta llegar a mis caderas, te aferras a ellas, y me atraes con más fuerza sobre ti entrado más profundamente ,sintiendo mi calor explotando en tu boca, es una sensación embriagadora que me hace perder el sentido de la realidad, todo desaparece a mi alrededor, y solo quiero sentir
como mi cuerpo responde a todo lo que haces con él, mi  interior comienza a palpitar sobre tu lengua, mis piernas comienzan a ceder, y a dejarse llevar, tu lengua consigue penetrar un poco más, llegando a niveles desconocidos para mí.

Tus manos se clavan con más fuerza en mis caderas, casi podrían fusionarse con mi cuerpo, el ansia
recorre todo tu cuerpo, y sigues entrando aún más, comenzando a mover te lengua en mi interior. Mi cuerpo comienza a acompañar ese movimiento de forma rítmica sobre tu boca, esto te hace estallar de locura, no hay nada que te produzca más placer que sentir cómo mi cuerpo se deja llevar y comienza a mecerse sobre ti. Solo quiero perderme en ti y permanecer así hasta el final de los tiempos.

Quiero más de ti, y lo sabes, asi que subes tus manos por mi cuerpo, arañando ligeramente mi piel redibujando mis tatuajes, hasta llegar a mis pechos. Mis pezones se endurecen al contacto con tus manos, lo que hace que tú te pongas igual de duro. Comienzas a jugar con ellos entre tus dedos, mientras tu lengua se pierde en mí, y mis caderas siguen acompañando ese movimiento rítmico sobre tu boca, pero quieres sentirme más fuerte aún, por lo que te aferras a mi pelo, que cae por mi espalda. Con tu mano izquierda y tiras hacia ti, sintiéndome más si cabe, te encanta volverme loca, hacerme sentir placer hasta que mi cuerpo desconecte de mi mente, asi que metes tu mano derecha entre mis piernas, y sin dejar de devorarme, comienzas a acariciarme, buscando la entrada a mi cuerpo con tus dedos, tiras ligeramente de mi pelo, haciendo que mi cuerpo se vaya arqueando hacia atrás, facilitando que tu mano pueda encontrar mi coño, acompasado el movimiento de mis caderas, tu lengua y tus dedos en mi clítoris.

Un gemido se me escapa, casi acompañado por mi alma…te quiero dentro de mí, mis manos están aferradas a la encimera para no perder el poco control que tengo sobre mi cuerpo.

Oírme siempre te ha gustado, te excita, y eso, acompañado de mi sabor y con cada golpe de mi cadera en tu boca, comienzas a penetrarme con los dedos, sustituyendo a tu lengua, la cual vas sacando poco a poco, y comienzas a recorrer mis glúteos con ella, mientras sigues follándome con los dedos, sin perder el ritmo de mis caderas. Te incorporas y vas recorriendo mi espalda a besos, mientras te ayudas de mi pelo para poder incorporarte y seguir ejerciendo control sobre mí.

Te pegas a mí y haces que sienta todo tu deseo, fuerte, duro, amenazante en mi cuerpo, mientras me besas el cuello, tus dedos siguen en mi interior, parando tan solo un instante justo antes de asestar un mordisco controlado sobre mi cuello, poco a poco muestras tus dientes, siento tu aliento sobre mi piel, noto como tus colmillos se van aproximando, hasta que siento el contacto de ellos en mi fina piel, poco a poco vas ejerciendo más y más fuerza, a la vez que con tus dedos controlas el movimiento de mis caderas, y lo acompañas con el movimiento de la tuya, haciéndome notar como estas apunto de explotar.

Me tapas la boca ya que mis gemidos comienzan a ser demasiado altos para esta hora de la mañana, mi lengua juega entre tus dedos y los mordisquea. Ya no puedes aguantar mucho más, no puedes refrenar tus ansias, y empiezas a buscar con tu polla mi entrada, juegas con ella durante un instante, pero el solo contacto de mis muslos, provocan en ti una excitación tan inmensa que no puedes pensar en otra cosa que no sea estar en mi interior.

Arqueo aún más mi espalda, y busco tu dureza, y cuando quieres darte cuenta te encuentras en mi interior, te quedas completamente inmóvil durante un instante, que aprovecho para golpear mi cadera contra la tuya, el calor de mi interior abrasa por completo tu miembro, que no ha sentido nunca un placer como este, no quieres que esto acabe nunca, sigo metiéndome con fuerza sobre ti, cojo tus manos para poder hacer más fuerza contra tu cuerpo, impidiendo que te pudieras escapar, aunque ambos sabemos que no quieres escapar, solo quieres entrar en mi con más fuerza, abrasarte en mi hasta que se derritan tus huesos.

Sueltas un ligero gruñido de placer, que me vuelve completamente loca, aumento el movimiento haciendo que solo quieras penetrarme más y más fuerte, y conforme golpeo con más fuerza tu cuerpo, comienzas a responder con más fuerza aún, no pudiendo controlar ni tu respiración.

Siento como el placer empieza a invadir mi cuerpo, y esto hace que estés a punto de explotar, pero no quieres que acabe, quieres seguir sintiendo esta sensación de por vida. Tu miembro comienza a palpitar en mi interior con más fuerza con cada uno de mis movimientos, a los que tu intentas contestar con el mismo empuje, quieres agarrarte a mis caderas, pero no te dejo, te tengo sujeto por las muñecas, y al notar que intentas zafarte, las agarro con más fuerza y las pongo sobre el mármol de la cocina, acto seguido empiezo a ejercer más fuerza aún y aumentamos más la cadencia, no puedes controlar mi cuerpo, y tampoco quieres, en el fondo , aunque sea de vez en cuando te gusta sentirte sometido. Mi respiración cada vez está más acelerada, noto como solo quieres que te folle hasta romper tu cuerpo, y esto hace que te pongas mucho más duro en mi interior, somos dos animales dejándose llevar por su instinto.

De repente consigo zafarme por completo y me doy media vuelta, me agacho delante de ti y comienzas a recorrer tu polla con la lengua, lo que destruye por completo tu mente y acabas por correrte de forma descontrolada. Me sale una risa malévola…

– ¿Ya? Esto solo acaba de comenzar…- digo mientras paseo mi lengua por mis
labios.


Sigo con mis manos en tu polla, me pongo de pie, mientras sigo acariciándola con una, pongo la otra mano sobre tu hombro y hago que te sientes en el suelo, acto seguido me pongo sobre ti y me siento encima, muy poco a poco y sin soltarla, comienzo a introducirla de nuevo en mí, soy yo la que consigue que tu mente desconecte de tu cuerpo, sigo teniendo todo el control de la situación, comienzo a mover mis caderas sobre ti, cual amazona adiestrando a su nueva montura, primero poco a poco, hasta que siento que me encuentro completamente acoplada y sincronizada, en ese instante me quito la camiseta, dejando todo mi cuerpo al descubierto, lo que hace que, si tu miembro había perdido algo de vigor, lo recupere de inmediato, te gusta mi cuerpo y lo se.

Aprovechado la situación, pongo mis manos sobre tu torso y subo el ritmo de movimiento, me sientes completamente sobre ti, sientes cada célula de mi interior ejerciendo fuerza, mis paredes abrazando tu polla, con cada contoneo de mi cuerpo sobre ti pierdes más el control, levanto mis brazos y jugueteo con mi pelo, no tengo ningún punto de apoyo y ahora todo mi pubis ejerce una fuerza brutal contra tu cuerpo. Me sientes completamente, jamás habías sentido nada igual en tu vida, sientes placer en cada uno de mis movimientos, lo que sentimos cada vez que estamos juntos es insuperable, es como si nuestras almas estuvieran completamente sincronizadas con el universo, mis golpes sobre ti son maestros, y podrías llegar a correrte con todos y cada uno de ellos, y lo habrías hecho si fuese físicamente posible.

No puedes soportar ni uno solo más sin volverte a correr, y lo sé, sé que está sucediendo, lo cual me produce una tremenda satisfacción, pero continuo adiestrando a mi nueva montura, y en este adiestramiento te enseño que esto no acaba hasta que “tu señora” diga que se ha acabado. Continuo moviéndome sin parar, pongo mis manos en tus caderas para controlar completamente tu movimiento, enseñándote qué debes hacer, empiezo a embestirte con más fuerza, ahora soy yo la que se deja llevar y empieza a sentir el placer en su cuerpo. Cada vez aumento más el ritmo de mis movimientos, mi respiración es más profunda y ejerzo cada vez más fuerza sobre tus caderas, no quiero que te muevas, todo el movimiento lo controlo yo, sientes como cada vez me acerco más al clímax, me has hecho correrme en muchas ocasiones y ya sabes como va reaccionando mi cuerpo a medida que me acerco al orgasmo.

Cuando parece que voy a terminar, y tú de nuevo conmigo, me desacoplo completamente, y vuelvo a introducir tu polla en mi boca, provocando que no puedas aguantar por tercera vez y te corras de nuevo. Esto te deja casi sin fuerzas, pero sin dar tregua me doy media vuelta, te encanta ver los tatuajes de mi espalda y el cuello, y vuelvo a introducirte en mí. Sientes mis uñas clavadas en tus muslos.


Esta vez  estoy ligeramente inclinada hacia delante  y los movimientos son mucho más amplios, a los dos nos encanta mirar, y de esta forma podemos ver como  sales y entras por completo en mi cuerpo, la sensación de tenerte fuera, de dejar de sentir por instante tanto placer y volver a sentirte de nuevo hasta el fondo hace que pierda el control hasta casi la extenuación, casi no ha pasado un instante desde la última vez que te corriste, no puede ser que sea tan fácil volver a llevarte a esos extremos, pero sé cómo conseguirlo…

Lo he hecho más veces y sé que puedo llevarte al límite. Siento esa sensación en tu interior, porque ya la conozco, ya se cómo reacciona tu polla antes de correrte, disimulo una sonrisa diabólica, esa que, aunque no la veas, la puedes sentir.

Cambio la estrategia y el movimiento, antes hacia círculos, ahora me muevo hacia delante y hacia atrás sin levantar mis caderas de las tuyas, quieres acompañar mi movimiento con tus manos agarrándome las caderas, pero no te quedan fuerzas para ello. Mis movimientos empiezan a acelerarse, recojo mi pelo sobre mi hombro para dejarte ver toda mi espalda y mi cuello, odias que te conozca tan bien, porque eso te hace estar a mi merced. De nuevo bajo el ritmo, mis movimientos se vuelven cada vez más lentos, notas la compresión de mis
músculos sobre ti.

Curvo mi cuerpo hacia detrás, lo que hace que vuelvas a estallar de placer, mi pelo cae sobre tu cara, con una mano acaricias uno de mis pechos, y la otra la llevo hacia mi entrepierna, y conforme sigo cabalgándote, acompañas mi movimiento con tus dedos, algo ligero, casi superfluo sobre mi clítoris, pero que empieza a hacer su efecto y produce que me vaya acercando al clímax, empiezo a gemir nuevamente, notas como mi forma de respirar cambia, como me falta el ire. Vuelvo a golpear fuertemente mis caderas contra las tuyas, siento como vuelves a entrar por completo en mi interior hasta límites insospechados, cada vez te galopo con más, y más fuerza, tanto que podrías desgarrarme por dentro, pero no me importa, a nosotros siempre nos ha gustado llevarnos el límite en estas ocasiones.

Sigo con más y más fuerza, tanto que casi no puedes seguir mi movimiento con tus manos, y menos aún con tus caderas, asi que optas por mantenerte completamente inmóvil mientras me dejas hacer a mí. Notas como las paredes aprietan con fuerte tu polla, sabes que estoy llegando…Un gemido se me escapa , precursor de lo que está por venir, haciendo que te vuelvas a correr una vez más, pero no paro ahí, sigo moviéndome, me echo hacia delante de nuevo y coloco mis manos en tu muslos, clavándote las uñas, aferrándote a mi sin parar de moverme, ahora sí que estoy acercándome al clímax, mi movimiento es ágil como el de un felino y vuelvo a gemir de nuevo, me muerdo los labios ,estoy buscando la postura exacta, me voy acoplando a ti sin para de moverme, alargando ese instante, el momento y la posición  perfecta para llegar al pleno placer, y lo alcanzo.

El sonido del teléfono me saca de mi trance… eres tú.

-Hola cariño, ¿ya aterrizaste?

-Si…acabo de llegar y ya estoy deseando volver a coger otro vuelo para ir a
verte… ¿oye ya que tengo las maletas y si cojo el siguiente vuelo y vuelvo? – contestas
con tu voz somnolienta que tanto me gusta.

– Jajaja no seas tonto que tienes que trabajar, aunque sea un poco, además en
un par de semanas me tienes a mí por allí.

– ¿Ufff, dos semanas? Se me va hacer demasiado largo. ¿Qué voy a hacer
mientras?

– Bueno, tenemos el teléfono, videollamada…siempre hemos sabido como
divertirnos aun sin estar físicamente juntos.

– Ya pero como bien me dijiste la primera vez que nos vimos, en el momento
en el que te probara estaría perdido. y que razón tenías bruja.

– Anda que no te gusta. Va cuelga y vete a casa que necesitas descansar,
estarás agotado, yo por lo menos lo estoy.

– Ya y ahora a casa, ducha y a la oficina, menos mal que soy bueno
disimulando y nadie va a notar que voy a estar todo el rato pensando en ti, en
lo que hicimos y lo que haremos la próxima vez.

– O esta noche con la cam

-Joder eres insaciable, y me encanta. ¿Tu que vas a hacer?

– Bueno, me estaba preparando un café y recordando este finde, quizás
escriba sobre ello, ¿Qué te parece?

– Pues que me encanta, ya sabes lo que disfruto con tus relatos, y más
sabiendo que soy el protagonista…. Un beso de los que te gustan donde quieras,
y un mordisco de los míos donde me gustan a mí.

– Otro para ti, otro beso, mordisco no que sabes que no me controlo. Hasta
esta noche.

– Jamás he deseado tanto que lleguen las noches como desde que estoy
contigo.

Deja un comentario